Si difícil resulta localizarlos en su estado habitual, mayor dificultad representa cuando se trata de los alados, porque la única manera de cogerlos es al vuelo. En esta cuarta entrega de estos mamíferos leonados, nos hemos fijado en los alados, de entre todos destacamos a los siguientes:
El Pigmeleón, camuflado en el casco de la diosa de la sabiduría, localizamos a este minúsculo león que por su ridículo tamaño es capaz de pasar inadvertido hasta para Minerva.
El Veneciano, apostado al sol pata en libro, como si nada, encontramos a este descendiente directo de los leones que se encuentran apostados en las columnas de la plaza de San Marcos de Venecia.
El LeónCableado, con su aparente imagen de enfado permanente, este león ilumina, que no iluminado, desde hace décadas el peregrinar de personas que absortas en sus quehaceres no se dan cuenta de la presencia de este cableado alado.