Aquí estamos de nuevo con esta segunda entrega de los "felinos melenados" de Zaragoza. En este caso hemos tenido la enorme suerte de toparnos con un León que necesita la ayuda de ángeles como lazarillo; otro que ante el duro verano zaragozano, en plena canícula, no duda en refrescarse sus partes pudientes sin ningún tipo de pudor; y hasta uno exhibicionista, que se pasea como si estuviera en la concentración hippie más famosa, el festival de Woodstock del 69.